El sistema digestivo de un pez se encarga de digerir los alimentos para poder satisfacer las necesidades de las células del animal.
Esa es la función principal, y no varía de una especie a otra. Sin embargo, sus estructuras sí pueden variar debido a la alimentación de cada tipo de pez, tal como verás más adelante.
Partes del sistema digestivo de un pez
Boca
Por aquí es donde ingresa la comida al cuerpo del pez. En los peces, la boca no es igual para todas las especies, pues hay una gran variabilidad de una boca de cierta especie a la de otro.
Sin embargo, la funcionalidad es la misma, y esas pequeñas variaciones que se pueden llegar a observar dependen del modo de vida que tenga el pez; de su alimentación, principalmente.
La lengua del pez es sencilla, y no posee movilidad como sí la tiene la del humano o de otros animales. Es gruesa y rugosa, fijada en la mandíbula inferior.
La razón por la que está sujeta y no es móvil es porque el alimento no necesita ser manipulado con la lengua así como los humanos hacemos. En su lugar, el alimento es ingresado por medio de corrientes de agua que el pez controla y también se ayuda del posicionamiento de sus dientes.
La lengua en otros peces, como la raya y los tiburones, posee más movilidad. Algunos peces poseen una estructura llena de dientes que cumple dicha función de manipular la entrada del alimento al cuerpo del pez. Esta estructura en los mixinos y lampreas no solo está provista de dientes, también es bastante movible.
Otras especies más especiales aún poseen dientes en la faringe y la lengua. Los elasmobranquios poseen dientes que no sobresalen de las encías. Los tiburones y rayas no solo gozan de una lengua bastante móvil, sino que además poseen dientes polifiodontes, que pueden reemplazase a medida que se van perdiendo.
Faringe y esófago
Luego de que el alimento es movido por la lengua, el agua o por los dientes para ser tragado, este pasa por la faringe. Esta es una estructura alargada que forma parte del tubo digestivo.
En dicha estructura hay hendiduras branquiales, que tienen la función de servir como canal para llevar el agua hasta las branquias. La faringe está recubierta por tejido escamoso.
Por otro lado, el esófago sigue a la faringe. En esta estructura hay dos capas de músculo no estriado que la conforman. Una de estas capas es longitudinal y la otra, circular.
Páncreas e hígado
El sistema digestivo de un pez, como antes se mencionó, varía de una especie a otra. Por ejemplo, se puede observar una gran diferencia en el páncreas de los elasmobranquios y los peces pulmonados, que está muy bien diferenciado, del de los teleósteos, que poseen un páncreas muy reducido o difuso.
El páncreas se encarga de suministrar enzimas, como la tripsina, lipasa y amilasa, a los intestinos por medio de su propio conducto o empleado el conducto hepático.
El hígado, por su parte, le sirve al pez para almacenar el glicógeno, producir enzimas que se utilizan en la digestión del alimento y también para producir otras sustancias importantes (hormonas, por ejemplo).
El tejido del hígado no tiene su propio tejido, más bien ocupa el espacio que hay entre el estómago y el corazón del pez. Posee de uno hasta 8 conductos que conectan con el intestino.
Estómago
Esta estructura no está tan bien diferenciada como si lo está en otras especies de vertebrados. De hecho, algunos peces parecen no poseer un estómago.
Su forma puede ser de “U” que apunta hacia la boca o de un saco con la entrada y la salida bastante próximas.
El estómago está compuesto por tejido muscular y dentro de él se encuentra un ambiente muy ácido. Su tejido muscular se divide en tres capas de músculo no estriado. Una de estas capas es la exterior, que es longitudinal, la otra es la capa intermedia, que es circular, y la capa interior, que es oblicua con respecto a las otras dos.
El medio ácido del estómago del pez puede variar según esté lleno de comida o no. En él se secreta ácido clorhídrico por medio de la estimulación de las paredes estomacales. También existen enzimas, de las cuales la más común es la pepsina. En el estómago se encuentra la válvula pilórica, que es la que encuentra el paso del quimo hacia los intestinos.
Intestino y recto
Consiste en un delgado y alargado tubo compuesto por una doble capa de musculatura, la exterior es longitudinal; y la interior, circular. De manera general, puede decirse que en el sistema digestivo de los peces, el tamaño de los intestinos aumenta según la dieta que estos llevan.
Pueden ser detritívoros, omnívoros y herbívoros. Puesto que los nutrientes al ser absorbidos necesitan pasar a través de las paredes de esta estructura, los intestinos comprenden una superficie bastante grande que facilita dicho proceso.
Los tiburones y las rayas, así como otros peces primitivos, poseen una válvula espiral, que con tal forma permite que haya un mejor aprovechamiento de la superficie de los intestinos para que estos puedan absorber los nutrientes.
El recto se encuentra al final de los intestinos, y sirve para expulsar las heces del cuerpo hacia el agua. Los peces óseos poseen un recto que termina en el ano que se sitúa justo al lado de las aperturas reproductivas y urinarias. Otras especies poseen un intestino que se curva para tener el ano en otra zona. Por ejemplo, la anguila eléctrica posee su ano en la garganta.
El proceso de ruptura del alimento se denomina anabolismo, para obtener componentes que el organismo del pez empleará en la construcción de tejidos nuevos, un proceso que se denomina catabolismo.
El sistema digestivo de un pez tiene el propósito de lograr esa ruptura, es decir, el anabolismo, y con ello se da paso al catabolismo, luego de que los nutrientes se filtran por medio del intestino del animal.
Puedes entender ahora que los peces pueden vivir perfectamente en el agua gracias a que sus sistemas digestivos funcionan no muy distinto al de los animales que viven fuera de ella.