El sistema digestivo del gato está constituido por aquellos órganos que realizan la función de digerir la comida que este animal consume. Quizá quieras saber qué alimentos no debe comer un gato, y el leer este artículo te ayudará a saber la respuesta.
Primero, empezaré describiéndote la boca del gato, que tiene la misma función que la del humano en cuanto a la alimentación se refiere, el servir como entrada para los alimentos y el agua y para masticar. Sin embargo, posee algunas diferencias muy interesantes. Y aquí podrás enterarte de cuáles son.
Partes del sistema digestivo del gato
Boca
Aquí es donde empieza todo, en la boca. Esta se constituye por una dentadura conformada por colmillos desarrollados y molares muy propios de los animales carnívoros.
En total posee 30 piezas dentarias. Estas le sirven al gato para triturar la comida y masticarla hasta convertirla en el bolo alimenticio.
Su paladar no es muy encrestado. En cambio, es recortado y con una forma ondulada. La lengua, por su parte, es ancha y muy fuerte, cuya cantidad de papilas córneas es bastante considerable.
Cuando el alimento es tragado, este ya lleva la suficiente lubricación para pasar por el esófago, que es la segunda parte del sistema digestivo del gato de que te hablaré.
Esófago
- El esófago no tiene mucho en especial, pero sí es muy útil, ya principalmente sirve como canal para llevar la comida hasta el estómago.
- Esta parte está conectada a la faringe, una parte intermedia entre la boca y el esófago.
- El esófago posee una forma ancha y alargada que puede dilatarse de ser necesario.
Estómago del gato
El estómago del gato empieza la digestión del bolo alimenticio, donde la comida se almacena para recibir el tratamiento con la secreción de jugos que el anillo del estómago proporciona.
En el estómago hay enzimas que maximizan la eficiencia de la digestión de los alimentos que el gato ingiere, principalmente para tratar las proteínas.
Por otro lado, el volumen del estómago de un gato puede ser de 300 a 350 ml. Se trata de un órgano muscular elástico, que posee un anillo muscular o esfínter pilórico que puede abrirse o cerrarse. Además, su otra función es regular la cantidad de alimento que pasa al intestino.
Intestino delgado
Este mide de 1 a 1,7 m de largo. Comienza con el duodeno, que es la entrada por donde pasará el quimo, el bolo alimenticio después de ser transformado por los jugos gástricos del estómago. El quimo seguirá siendo tratado por las enzimas, puesto que el duodeno también las segrega por medio de sus paredes y por acción el páncreas.
Los ácidos biliares, que los proporciona el hígado, se acumulan en la vesícula y, en caso de ser necesario, tendrán contacto con el quimo por medio del conducto biliar. El tamaño del hígado del gato es bastante considerable.
Por otro lado, el páncreas está adherido al duodeno, y posee la glándula exocrina, que es la encargada de elaborar el jugo pancreático, y la glándula endocrina, que se encarga de liberar ciertas hormonas, como la insulina, por ejemplo. El páncreas de un gato puede pesar entre 8 y 10 g, mientras que el bazo tiene un peso alrededor de 5g.
Es en el intestino delgado donde termina la digestión del alimento, pues los nutrientes ya pueden ser suministrados al cuerpo, atravesando la pared intestinal para así llegar a la sangre.
Intestino grueso
Es algo corto en los gatos, pues mide entre 20 y 40 cm. Comienza en el ciego, que es curvo. En esta parte los alimentos sin nutrientes son transportados para absorber el agua que estos posean. Además de que en esta parte se fermenta la fibra.
También se conforma por el colon, donde se produce la formación de ácidos grasos de cadena corta, los cuales benefician la flora bacteriana del intestino.
¿Cómo alimentar mejor a un gato?
Los gatos son animales muy inteligentes y cariñosos, ellos se portan muy bien con sus dueños y suelen acercarse siempre que se sienten en confianza. Sin embargo, si tu gatito o gatita ha estado sintiéndose mal, posiblemente sea porque no lleva una dieta apropiada.
La total digestión del alimento que consume un gato puede durar unas 14 horas. Sin embargo, este tiempo de duración varía según la edad del gato y el tipo de alimentación que reciba de su dueño.
Los gatos que se alimentan con una dieta natural tienen una digestión más corta que los gatos que se alimentan con alimentos secos o procesados. Incluso, si los alimentos tienen un buen porcentaje de cereal o similares, la digestión se prolongará.
Seguramente te preguntas cómo puedes ayudar a tu gato para que digiera bien sus alimentos y no tenga complicaciones durante este tiempo que dura dicho proceso. Lo mejor es que lo alimentes con carne y evites los cereales, maíz u otros alimentos similares.
Desde luego que será una dieta algo más cara, pero el alimentar a tu gato con la comida que mejor le hace te ahorrará dinero con el veterinario.
Como has leído aquí, el sistema digestivo del gato es similar al de un humano, puesto que ambos son mamíferos. Pero hay unas ligeras variaciones, por ejemplo, en la boca. En esa parte, el gato posee colmillos, pues este felino, al igual que sus primos, es un carnívoro nato. Por tanto, puedes concluir en que la carne le vendrá mejor que cualquier otro alimento.