El sistema digestivo del perro es uno de los más avanzados en la fauna. Es tan fuerte, que puede digerir huesos de otros animales y eliminar bacterias peligrosas que nosotros los humanos no podemos.
Sin embargo, no por ello se debe descuidar su alimentación, ya que, como ocurre con todos los mamíferos, un perro requiere de buenos alimentos para crecer y mantenerse en buenas condiciones de salud.
Aquí podrás leer acerca de cómo es el aparato digestivo del perro y qué características poseen comparación con el aparato digestivo del ser humano.
¿Cómo es el sistema digestivo del perro?
Boca
La boca del perro posee dos mandíbulas conformadas por 42 dientes, los cuales pueden tanto desgarrar como cortar y triturar, características propias de la boca de los carnívoros.
El esmalte de los dientes del perro es hasta cinco veces más fino que el esmalte que poseen los dientes humanos. Por ello, es importante cuidar la higiene oral de nuestro perro.
En su boca, los perros poseen menos papilas gustativas que los humanos, cosa que quizá sea compensada por su buen olfato. Además, el pH de la saliva del perro es más alcalino que el pH de nuestra saliva.
Cabe mencionar que ni la saliva de los gastos ni la de los perros es capaz de predigerir los almidones de los alimentos, ya que carecen de la enzima alfa-amilasa, que sí se encuentra en la saliva de los humanos. La saliva también le sirve principalmente como lubricante para poder pasar los alimentos por la faringe y el esófago hasta el estómago.
Faringe y esófago
La faringe en el perro es una cámara con forma de embudo, le sirve tanto para alimentarse como para respirar. Se encuentra después de la boca y se extiende hasta el esófago.
El esófago también ayuda a que el alimento llegue al estómago secretando un moco que funciona también como lubricante. Una vez que el alimento está al final del esófago, este atraviesa el cardias o esfínter gastroesofágico, el cual se relaja para que el alimento pase al estómago.
Estómago
El estómago del perro puede recibir bastante comida, ya que las paredes de este son bastante expandibles. El pH de su estómago es más ácido que el nuestro, lo que les confiere la posibilidad de poder comer y digerir los huesos de los animales fácilmente, como los huesos de pollo o de res. Además, este pH bajo permite que se eliminen bacterias nocivas que puedan ir en el alimento.
Y esa es la razón por la que los perros pueden comer alimentos que toquen el suelo aunque se llenen un poco de tierra; todas las bacterias que puedan ir en el bolo alimenticio son eliminadas al llegar al estómago, por lo que no pasan al organismo y, por tanto, no afectan la salud del animal.
El estómago del perro no solo sirve para digerir el alimento, como en muchos otros animales, también tiene la función de almacenar la comida, por lo que el animal puede mantenerse sin comer por horas, ya que de lo contrario tendría que comer bastantes veces al día.
Un perro de tamaño promedio tiene una capacidad de entre 0.5 y 0.6 litros. Cuando la digestión química inicia, las proteínas son degradadas gracias a las secreciones gástricas y, luego, el alimento tratado va pasando al intestino delgado.
Hígado
El hígado es una glándula que realiza varias funciones. Por ejemplo, este órgano sintetiza proteínas plasmáticas y almacena nutrientes importantes para el cuerpo.
Esta parte del aparato digestivo del perro sirve para almacenar glucógeno, vitaminas y para que las defensas del sistema inmunológico del perro estén en buenas condiciones. Otra función muy importante que realiza el hígado es la de eliminar toxinas que pueden ser nocivas para el animal. Lo hace transformando estas toxinas en moléculas inocuas.
Páncreas
Por su parte, el páncreas, que posee forma cónica, es otra glándula endocrina, que quiere decir que produce determinadas hormonas muy necesarias para el cuerpo, como la insulina y el glucagón.
Es también una glándula exocrina, que significa que segrega jugo pancreático, el cual contiene enzimas digestivas que se necesitan en el intestino delgado para continuar con la digestión y absorción de los nutrientes que posee el alimento. En concreto, estas enzimas permiten que la ruptura de los carbohidratos, las proteínas y los lípidos sea más rápida que en ausencia de ellas.
Intestinos
Una vez que el alimento pasa a los intestinos, puede estar allí por varias horas, específicamente entre 12 y 30 horas. En comparación con el tiempo de digestión que tenemos los humanos, la digestión del perro es más rápida, ya que nuestra digestión toma entre 30 horas y 5 días.
Intestino delgado
Empieza donde finaliza el estómago, específicamente se une a este por una abertura llamada duodeno, por donde pasa el alimento ya tratado con el ácido estomacal.
Aquí los demás jugos que secretan los otros órganos del aparato digestivo simplifican aún más el alimento hasta que obtienen la forma necesaria para pasar al organismo, mientras que el resto que no es aprovechado pasa al intestino grueso para extraerle el agua, la fibra y los electrolitos .
Intestino grueso
El intestino grueso en el sistema digestivo canino comienza donde finaliza el intestino delgado. Posee tres partes, el ciego, colon y el recto. Todo el intestino grueso consiste en un tubo más ancho pero más corto que el del intestino delgado.
Al final de todo el proceso, la materia fecal pasa al recto y es desechada al exterior por el ano. Las heces del perro se conforman por bacterias, resto de alimentos y secreciones.