El intestino grueso es un órgano que forma parte del sistema digestivo y que cumple una serie de funciones importantes en nuestro cuerpo.
En este órgano es donde se completa el proceso de digestión del organismo, el cual comienza en la boca, continúa su camino por el esófago hacia el estómago donde es descompuesto y luego al intestino delgado para realizar la absorción de nutrientes.
En el intestino grueso finaliza el proceso, con la serie de funciones involucradas con la digestión y absorción de los alimentos. La función principal del intestino grueso es absorber agua de los restos de alimentos indigeribles y transmitir el material de desecho inútil desde el cuerpo.
El intestino grueso
Absorber agua
El intestino grueso es el órgano final del sistema digestivo, donde se completa la digestión que tiene gran parte en el intestino delgado. Toma de 24 a 30 horas el completar el proceso digestivo.
Para el momento en que los productos alimenticios parcialmente digeridos alcanzan la última parte del intestino delgado, conocida como íleon, ya ha sido absorbido el 80% del contenido agua, de manera que el resto se absorbe en el intestino grueso.
En este órgano se produce la absorción de agua que proviene con los alimentos, y también se encarga de hacer que las heces se solidifiquen.
Formación y almacenamiento temporal de las heces
El intestino delgado, al absorber la parte restante de agua que proviene de los alimentos, hace que el material restante se mueva a través del órgano, y al tener contacto con la bacteria y mucus forma las heces que se almacenan temporalmente hasta ser eliminadas.
Absorción de vitaminas
El intestino grueso también ayuda en la absorción de vitaminas producidas por bacterias que normalmente viven en el intestino grueso. Estas son bacterias amigables llamadas bacterias comensales. Hay más de 700 especies de bacterias que realizan una variedad de funciones.
Estas bacterias comensales descomponen los polisacáridos no digeridos de las fibras en la dieta en ácidos grasos de cadena corta. Estos pueden ser absorbidos por el intestino grueso a través de la difusión pasiva.
La bacteria también produce gases, los cuales son una mezcla de nitrógeno y dióxido de carbono, con pequeñas cantidades de hidrógeno, metano y sulfuro de hidrógeno. Esto resulta de la fermentación bacteriana de polisacáridos no digeridos.
Esta bacteria también produce grandes cantidades de vitaminas. Las más importantes son las vitaminas K y Biotina, que es una vitamina B. Cuando el consumo de vitaminas es bajo en la dieta, esta puede ser una gran fuente de estas vitaminas.
Una persona que depende de la absorción de vitaminas formadas por la bacteria en el intestino grueso puede tener deficiencia vitamínica si está tomando medicinas como antibióticos que matan la bacteria comensal.
Otra de las funciones de la bacteria es la de estimular la liberación de hormonas involucradas en el almacenamiento de las grasas.
Disminuir la acidez y proteger contra infecciones
La mucosa que compone al intestino grueso también secreta bicarbonato para neutralizar la acidez incrementada como resultado de la formación de esos ácidos grasos y otros componentes digestivos en las primeras partes de los intestinos.
La capa mucosa del intestino grueso también actúa como una barrera que lo protege de infecciones e invasiones microbianas.
Producir anticuerpos
El intestino grueso, particularmente el apéndice, es una confluencia de tejidos linfoides, los cuales juegan un rol muy importante en el sistema inmunológico. El tejido linfoide del intestino grueso ayuda en la producción de anticuerpos y anticuerpos de reacción cruzada.
Estos anticuerpos son producidos por el sistema inmunológico en contra de la bacteria comensal normal, pero también pueden estar activos en contra de cualquier bacteria relacionada de manera que se prevengan las infecciones.