El intestino delgado es un órgano que se encuentra justo entre el estómago y el intestino grueso, y forma parte del sistema digestivo.
Es denominado de esa manera porque es un tubo de menor diámetro que el intestino grueso, aunque en longitud es mucho más extenso que el intestino grueso.
Estructura del intestino delgado
Se compone en tres secciones fundamentales y una membrana delgada denominada mesenterio que se encarga de sostener el órgano en su lugar.
En el intestino delgado es donde se lleva a cabo la mayor parte de la digestión de los alimentos y la absorción de nutrientes, siendo un proceso que puede tomar de tres a cuatro horas.
Tiene forma de un tubo estrecho y alargado, con una apariencia en espiral y que puede llegar a medir entre 6,7 y 7,6 metros en un adulto.
Se encuentra contenido en la cavidad abdominal en la parte central inferior, justo después del estómago y en el otro extremo se conecta con el intestino grueso.
El mesenterio es un material delgado que le da soporte al intestino delgado y que suspende de alguna manera el intestino delgado dentro de la cavidad.
El mesenterio contiene áreas de grasa que son las que ayudan a retener el calor en los órganos, al igual que a la extensa red de vasos sanguíneos.
Nervios
Los nervios llegan al intestino delgado por dos divisiones del sistema nervioso autonómico: lo nervios parasimpáticos y los nervios simpáticos.
Los nervios parasimpáticos inician las contracciones musculares que mueven los alimentos a lo largo del tracto, conocidos como movimientos peristálticos, y los nervios simpáticos suprimen los movimientos intestinales.
Secciones del intestino delgado
El intestino delgado se divide en tres secciones donde ocurren los diferentes procesos que se llevan a cabo en este órgano.
A pesar de que son tres divisiones no hay ninguna marca que las delimite, ya que todas conforman la estructura tubular de este órgano.
Duodeno
El duodeno es la primera área del intestino delgado y es la sección que le sigue inmediatamente al estómago.
Tiene una longitud promedio entre 23 y 28 cm de largo, es la parte más ancha de este órgano y no está apoyada por el mesenterio.
En el duodeno ingresan ductos que provienen del hígado, del páncreas y de la vesícula que se encargan de proporcionar jugos cuyo propósito es neutralizar los ácidos provenientes del estómago.
Estos jugos ayudan a digerir las grasas, las proteínas y los carbohidratos.
Yeyuno
El yeyuno es la segunda región del intestino delgado, la que le sigue al duodeno, la cual constituye casi dos quintos del tracto remanente.
En esta zona es donde se realizan los movimientos peristálticos rápidos y vigorosos para movilizar la materia alimenticia, y hay poca grasa en el mesenterio que soporta esta zona.
Íleon
El íleon es la tercera región del intestino final, que consiste en una sección más delgada y más angosta que la anterior.
Esta región se encuentra en el abdomen bajo, y el mesenterio que apoya esta zona tiene más áreas grasosas. Esta zona continúa hasta conectarse con el intestino grueso.
Membrana mucosa
La membrana mucosa que recubre la pared del intestino delgado está formada por pliegues transversales llamados “pliegues circulares”.
En los individuos sanos, las paredes del intestino delgado tiene pequeñas proyecciones que parecen dedos y que se denominan vellosidades intestinales, cuyo propósito es aumentar la superficie de absorción de los nutrientes que atraviesan el órgano para que así lleguen al torrente sanguíneo.
Estas vellosidades incrementan tanto la superficie de absorción como de secreción del intestino delgado.
Adicionalmente, las paredes de este órgano tienen numerosas glándulas microscópicas que principalmente segregan enzimas y protegen las paredes intestinales.