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¿Para qué sirve el esófago?

El esófago es el órgano del cuerpo humano que se encarga de pasar los alimentos y líquidos desde la faringe hacia el estómago para que allí sean digeridos y así nuestro cuerpo pueda absorber los nutrientes que necesita.

La principal función del esófago es la de transportar los alimentos, y es un proceso que se lleva a cabo mediante el complejo funcionamiento de todas las partes que lo componen.

El esófago


El esófago y el sistema digestivo

El esófago forma parte del sistema digestivo, sirviendo como un conducto tubular por el cual pasan los alimentos que se dirigen hacia el estómago.

El proceso de la digestión se inicia en la boca, donde cada una de las partes se encargan de triturar los alimentos para formar el bolo alimenticio.

Una vez finalizado el proceso de masticación, la lengua empuja el bolo alimenticio y se produce el efecto de deglución, que es el que permite que el bolo ingrese al esófago.

Los músculos que componen el esófago ayudan al bolo alimenticio a trasladarse a través del conducto hasta llegar al estómago.

Generalmente, el esófago se encuentra cerrado, ya que es una cavidad virtual. Esto quiere decir que las paredes que lo componen se encuentran unidas y solo se abren cuando el sistema detecta que el bolo alimenticio se dirige al estómago.

Forma y función del esófago

En un adulto promedio, el esófago puede medir entre 25-28 cm de largo, y tener un diámetro entre 1-2 cm.

Es un órgano en forma de un tubo sencillo cuya función principal es servir de paso o comunicación entre la faringe y el estómago.

Se encuentra a nivel del cuello, justo detrás de la tráquea y delante de las vértebras. Continúa su camino a través del tórax todavía detrás de la tráquea pero esta vez con la arteria aorta a sus espaldas.

Atraviesa el músculo del diafragma y termina en la boca del estómago, donde los divide el esfínter esofágico inferior.

Los músculos y partes que conforman este órgano trabajan de manera conjunta para facilitar el transporte de la comida y de los líquidos que ingerimos, y este proceso es por lo general de manera involuntaria, es decir, no ejercemos ningún control en esta acción.

Estos movimientos son conocidos como movimientos peristálticos, y por lo general no los sentimos cuando estamos comiendo ya que es una acción involuntaria de nuestro organismo.

Si en algún momento llegamos a sentir los movimientos del esófago es probable que el bolo alimenticio sea muy grande, lo cual puede suceder por una mala masticación, o porque existe algún trastorno con este órgano, lo cual debemos revisar inmediatamente para que no se perjudique nuestra salud.

¿Qué sucede si el esófago se enferma?

Al ser un órgano tan importante para el funcionamiento del cuerpo, si llega a verse afectado por alguna enfermedad puede disminuir la calidad de vida del individuo.

Una de las enfermedades más frecuentes del esófago es el reflujo gástrico, que consiste simplemente en la acción de los alimentos que se devuelven desde el estómago hacia el esófago.

Por lo general esto significa una gran molestia para el individuo, ya que como el esófago no está protegido para soportar los ácidos gástricos se presenta una sensación de ardor y dolor.

De manera que es importante que la persona cuide muy bien su alimentación y le preste atención a todas las señales y síntomas que pueda presentar su esófago en el caso de que que tenga alguna enfermedad.

Si el esófago no funciona correctamente, entonces el bolo alimenticio no podrá llegar al estómago y la persona no podrá obtener el sustento necesario para vivir.

Créditos & citaciones en formato APA: Portal informativo y de contenidos. Equipo de redacción profesional. (2019, 05). ¿Para qué sirve el esófago?. Luis Apaestegui. Obtenido en fecha , desde el sitio web: https://sistemadigestivo.net/esofago/para_que_sirve_el_esofago.html.